Punto de Interés Geológico 3
Las rocas volcánicas son fácilmente reconocibles a lo largo de la vía ciclista que transcurre sobre el antiguo cajón del Ferrocarril del Urola, localizándose los afloramientos más favorables para la observación justo antes de cruzar el túnel de Aizkibel, y tras cruzar el de Izuskitza. La cantera de la empresa Ofitas de Urretxu, S.L. ofrece una buena perspectiva de estas rocas en el frente de explotación, si bien está prohibido el acceso sin autorización.
Los materiales de esta unidad, de naturaleza volcánica submarina, aparecen intercalándose e intruyendo en la serie sedimentaria de la Formación Itziar. Por lo general presentan una coloración verdosa en corte fresco, y algo más grisácea en las superficies alteradas.
Desde el punto de vista de la litología, en los materiales que se intercalan con las rocas sedimentarias pueden diferenciarse tres tipos de facies. El primer tipo son las coladas planares de lavas, de potencia métrica, constituidas por lavas masivas y lavas vesiculares, con la porosidad ocluida por rellenos calcíticos secundarios. El segundo tipo son los depósitos de acumulación de lavas almohadilladas, que lateralmente pueden acuñarse en pocos kilómetros o centenares de metros. Las almohadillas o pillows, que rara vez superan el metro de diámetro mayor, presentan formas subesféricas o redondeadas, ocasionalmente con estructuras internas de retracción, e incluso el pedúnculo o pipa de alimentación. Por último, y en menor medida, el tercer tipo de litología son los depósitos de piroclastos, con clastos heterométricos y de forma poco redondeada, que aparecen en puntos muy localizados de la serie. En general, los tres tipos de materiales volcánicos poseen composición basáltica y presentan una neta afinidad alcalina y continental. Por último, las series sedimentarias pueden ser intruidas o cortadas por rocas volcánicas, en forma de pequeñas masas sinvolcánicas, como stocks, lacolitos o sills de gabros y doleritas, o en forma de diques de composición basáltica a traquítica que cortan la sedimentación.
Las dataciones micropaleontológicas realizadas sobre los materiales sedimentarios intercalados en la secuencia volcánica permiten asignar al vulcanismo una edad comprendida entre el Cenomaniense superior y el Santoniense (98 - 83 millones de años).
Las coladas de lavas planares o tabulares (sheet flows) se asocian a episodios volcánicos con altas tasas de efusión y relieves de tendencia planar. La alta vesicularidad de las lavas y la presencia local de materiales piroclásticos indica que el vulcanismo se desarrolló por debajo de los 700 u 800 metros, coincidiendo con la profundidad crítica a la cual un magma alcalino rico en fluidos puede desencadenar erupciones explosivas. Por su parte las coladas de pillows se asocian con moderadas o bajas tasas de efusión y altos relieves, desarrollándose en acumulaciones de almohadillas que se denominan volcanes de pillows. También pueden desarrollarse localmente pilowlavas a partir de la evolución de coladas planares. Por último, los depósitos de piroclastos parecen ser materiales volcánicos acumulados a partir de vulcanismo explosivo o bien reelaborados desde materiales volcánicos previos y acumulados por flujos gravitacionales.